Hola a todos, soy Keireth.
Tengo 25 años, una casi carrera como periodista, y me gustan los videojuegos y
la comunicación.
Veréis, resulta que acabo de descubrir
este blog que un día un chico con
ciertos problemas de motivación inició. Un chico que antaño había tenido
una pasión incontrolable por
conseguir grandes cosas desde la inocencia de la ignorancia, por conseguir
grandes metas que ni siquiera entendía, y que vio todo ese sueño aplastado por otras personas y por otras circunstancias,
hasta hacerse añicos. Un chico lo suficientemente iluso y prepotente como para pensar que con esa poca experiencia y
edad podía dilucidar a simple vista un futuro en el que su sueño no tendría
cabida. Un chico llamado Eduardo Granado.
Bueno, pues aunque son las cuatro de la mañana y estoy cansado, he decidido leer los únicos tres artículos que el muy vago decidió escribir. El último que hizo es una simple guía sobre un juego de móvil, bastante concienzuda y, parece, con el ánimo de ayudar a otros a entender mejor ese juego. Nada que se salga de lo normal, hay mucha gente que hace eso.
Bueno, pues aunque son las cuatro de la mañana y estoy cansado, he decidido leer los únicos tres artículos que el muy vago decidió escribir. El último que hizo es una simple guía sobre un juego de móvil, bastante concienzuda y, parece, con el ánimo de ayudar a otros a entender mejor ese juego. Nada que se salga de lo normal, hay mucha gente que hace eso.
El segundo es un artículo que me resulta interesante sobre la
dificultad en los videojuegos. La verdad es que le apuntillaría alguna cosa que
otra, pero parece que el mismo artículo ya apuntilla ciertas creencias populares
en nuestro mundillo, y hasta trata de
manera algo ácida la incapacidad de cualquier persona de poder igualar el
talento de otros. Creo que en parte estoy de acuerdo, pero paso de discutir
con él porque parece un poco plasta.
El primero me resulta el más interesante, ya que habla de sueños,
y los sueños son bonitos, los sueños te
dan poder para hacer grandes cosas, para despertar tú la pasión de tu
corazón, pero además parece tratar el tema sabiendo que también pueden convertirse en pesadillas, y en ese momento, lo mejor es
huir de ellos. Después se pone a contarme un poco su vida, dejando caer
algunos problemas que ha podido tener en su pasado a nivel “profesional”, para
acto seguido entrar en un tema bastante espinoso del que da su opinión con
bastante dureza y frialdad, y donde yo no voy a meterme ahora mismo.
Un blog más, de un chico
más.
Llevo un tiempo pensando en
que ya no leo. Toda mi
vida he sido un voraz devorador de libros, sobre todo de fantasía y aventura,
donde para mí siempre ha primado el drama. Lo echo de menos, pero apenas tengo
tiempo para ello. Aun así, hay otra cosa
que echo incluso más de menos, que es escribir. Últimamente hablo mucho,
quizá demasiado, y sin embargo, más allá de trolear por el chat de twitch, creo
que he dejado de lado una de mis pasiones. Una pasión que ya no siento tanto
como el chico del blog si parecía sentir.
Así que, si a él no le importa, creo que voy a retomar su blog, y no empiezo uno nuevo porque
quiero que quede claro el vestigio de lo que ese chico era. Que siempre
recuerde de donde viene, pase lo que pase, y de donde nace su pasión.
Así que a partir de este
momento me dedicaré, cuando el cerebro me lo pida, a escribir aquí lo que más o
menos me salga de las Balls, mientras persigo mi sueño.
Me llamo Eduardo Granado Ruano, tengo 25 años, y ahora también soy Keireth. Y os
aconsejo que no leáis este blog si solo os interesa conocer a una de las dos
partes.
¡Hola! Me has sacado una lagrimita. Yo he perdido muchos hábitos, también dejé mi blog, y aparto de mi mente todas las ideas nuevas. Yo era una persona con mucha confianza en mi misma, y también sé lo que es que aparezcan personas a romper todas las metas que te puedas construir. Darse cuenta es el primer paso. Es muy motivador que alguien a quien respetas y ves seguro de sí mismo, cuente algo tan cercano. Tienes una seguidora ;)
ResponderEliminarMuchas gracias :)
EliminarSuelo ser yo mismo en casi todo lo que hago, pero aquí puedo serlo sin el casi, sin modular la voz, sin dar espéctaculo. Y además puedo de alguna manera volver a hacer algo que tanto me gusta y que he dejado de lado. No pierdas la esperanza amiga, siempre habrá quien intente quitárnosla. Yo la perdí, y la verdad es que soy más feliz habiéndola recuperado.
Un saludo!